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martes, 1 de junio de 2021

Viaje a EDAM

El viaje fue muy agradable ,papá encargó los pasajes en primera. Un pedido de emplastos del Dr. Winter destino Liverpool entraría en la bodega del buque Arlanza a las 12.00 del mediodía como estaba previsto. 
Los ratones de la fábrica prepararon un cajón para las viajeras y sus equipajes. Llegada la hora el cajón se metería junto al resto del pedido en la bodega. Por la mañana temprano Teresa y la señorita Bambore se despidieron y se acomodaron en el cajón, pronto emprendieron viaje al puerto.

Una vez que se encontraron en el muelle de carga se abrió la trampilla del cajón. Entraron tres viajeros una mujer muy atlética, una ratoncita y un joven ratón algo mayor que Teresa, estaba claro que  compartirían travesía. 
Teresa se alegró al identificar las capas del uniforme que llevaban los chicos. Ellos también se alegraron y una vez acomodados entablaron conversación.
- ¡Buenos días!, dijo el joven, me llamo Pablo y soy alumno de cuarto curso en Edam.
-Hola, yo soy Lorena y me acompaña mi entrenadora la señorita Polifax, la señorita saludó con una leve inclinación de cabeza, también soy alumna de Edam pero este será mi primer año, añadió Lorena, no lo será para la señorita Polifax, pues es ya una veterana entrenadora en la academia.

-¡Encantada! yo soy Teresa también será mi primer año, me acompaña la señorita Bambore, ésta también saludó. Teresa se levantó ofreciéndoles asiento.
Los nuevos acompañantes dejaron sus equipajes en la zona preparada para ello, así evitaría accidentes.
Teresa le propuso a Lorena si quería compartir con ella la litera dejando a las señoritas en el asiento de abajo, de esta manera dejarían a Pablo el asiento entero.

A Lorena le pareció una idea fantástica, ya que iban a ser compañeras durante muchos meses lo mejor sería empezar a conocerse ya. 
-Puedes llamarme Lorius, todos mis conocidos  lo hacen, dijo Lorena.
-¿Ah si? ¡Lorius!, que gracioso, pues tu puedes llamarme Teté, todo el mundo me llama así. Añadió TT.
Lorena llevaba una raqueta con su funda de madera, no la dejó en la zona de equipaje, prefirió acomodarla detrás de su asiento.
-¿por qué no has dejado allí la raqueta Lorius? ahí te va a molestar. preguntó TT
-¡Ni hablar! No me separo de ella, es una Spalding me la ha regalado mi padre por ganar el torneo de los Parmesanos.
-¿Has ganado un torneo? se sorprendió TT
-He ganado varios, pero el de los parmesanos ha sido el más importante, competí con ratonas de todas partes. Mi sueño es ganar el campeonato de Wimbledon, por eso voy a la academia Edam, allí además de entrenar podre seguir mi formación.
-¿y tú? pregunta Lorius,¿juegas al tenis?
- bueno, contesta Teté, juego pero en realidad no se me da muy bien.
-yo te podré enseñar si quieres, le anima Lorena, puedes acompañarme en mis entrenamientos y quién sabe? igual se te da bien y todo.
-¿no te has olvidado algo? pregunta Lorius con cierta sorna y señalando con la barbilla el "discreto baúl"
- ¡Ah no! he revisado bien mi equipaje y llevo todo, responde TT.
-¡Ya lo creo!, estaba bromeando se ríe Lorius, con ese maletón!
- ¡Ja ja ! me lo regaló papá, siempre he dicho que cuando fuera mayor me pasaría la vida viajando de un lugar a otro... y parece que se ha propuesto que lo cumpla. Por eso voy a la academia Edam para aprender y formarme y después poder recorrer el mundo.
-No está mal, es posible que en esa maleta me puedas hasta llevar a mi y a mi raqueta, rieron las dos amigas.
Pablo se acomodó en su asiento y sacó un libro. Justo en ese momento el cajón tembló, así que se amarraron a los anclajes de seguridad, el cajón entraba en la bodega del buque. Tras un ruido infernal y varios zarandeos notaron que ya estaban a bordo, en pocos minutos se encontrarían navegando rumbo a Liverpool.

Aunque era de día no había mucha luz en el interior del rústico camarote. El ratón llevaba un rato leyendo, Teté observó que cada vez metía más y más el hocico en el libro llegando a tenerlo completamente pegado a los bigotes.
-¿No ves bien Pablo? le pregunto.
-No, con esta luz se me cansa la vista , no me he acordado de traer una lámpara¡qué cabeza la mía! se lamento el ratón.
- no te preocupes, creo que te puedo ayudar, sacando la llave de su baúl se dirigió a la zona de equipajes y lo abrió, sacó una vela de tarta de cumpleaños y una pinza que había construido con un clip. Se acercó a Pablo y la enganchó en su asiento. Llamó al mozo y le pidió que la prendiera, éste salió y volvió con una astilla con mecha y encendió la vela. De repente el cajón entero se iluminó y podía verse una sonrisa en las caras de los ocupantes. 

-Muchas gracias Teté, este si que es un buen comienzo, le dijo Pablo, estaré en deuda contigo por este detalle, no dudes en pedirme lo que necesites mientras estés en Edam.
-No hay de qué Pablo pero...podrías decirme cómo es aquello?,¿cómo te ha ido en los cursos anteriores?¿son buenos los profesores?,¿y que tal la comida?¿hacéis excursiones? ¿Es cierto que hay gigantes que ponen trampas? preguntaba Teté casi sin tomar aliento.
A la vista del bombardeo de preguntas la Señorita Bambore intervino y le pidió que dejara al chico tranquilo.
Pablo entre risas le contestó:
-Lo pasarás en grande, Edam es la mejor academia del mundo y es exactamente lo que estás buscando. Es el lugar perfecto para ratonas ingeniosas y curiosas como tu.
Pablo abrió el libro por dónde lo había dejado y Teté trató de continuar la conversación con Lorena,

ésta se había quedado dormida con el meneo de las olas, así que sacó su cuaderno y se puso a dibujar.
La señorita Bambore abrió entonces su cesta de picnic y repartió unas pipas, queso, té y cerveza de jengibre así el viaje se haría más llevadero.

2 comentarios:

  1. Cada vez me gustan más las historias de pecas pitas, cuando crees que ya no se pueden superar, van y te sorprenden. Unos personajes geniales!!!!

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